martes, 6 de octubre de 2009

La Soledad ya está de vuelta

Después de un laborioso trabajo de restauración en el taller del cordobés Francisco Romero Zafra, Nuestra Señora de la Soledad ha vuelto a Daimiel. El regreso se produjo el pasado sábado con gran espectación por parte del público que quería ver el nuevo aspecto de esta Dolorosa del Viernes Santo. El trabajo llevado a cabo por el imaginero ha sido muy respetuoso con la imagen original, si bien ha introducido algunos aspectos característicos de sus trabajos como los ojos llorosos y rojos, seña de identidad del cordobés.
Pero un trabajo tan importante como el de la restauración lo ha llevado a cabo el bordador que ha elaborado 2 nuevas sayas (y otra que está en proyecto) para la Soledad. Con la que se presentó (una granate), ha sido elaborada con partes de otra antigua saya que se encontraba en mal estado, enriqueciéndola notablemente. La saya negra (que se utilizará el próximo més de noviembre, coincidiendo con la festividad de Todos los Santos) es completamente nueva, con un bordado bastante elegante, y la futura (de color blanco) irá bordada en tisú de plata con hilo de oro. Sin duda un gran acierto de esta Corporación de Penitencia, pues dejaremos de ver a Nuestra Señora de la Soledad condenada a vestir siempre igual. Un acto de justicia.
La mayor sorpresa para muchos no fué la restauración ni las nuevas sayas, sino la nueva forma de ataviar a esta imagen, algo que venía pidiendo a gritos desde hace muchas años y que por fin se han atrevido a afrontar. La vimos más elegante que nunca, le vimos por primera vez el perfil de la cara, el cuello y la frente... en fin, todo un acierto. Por fin nos planteamos en Daimiel que las imágenes se visten de forma diferente, no como hace 50 años. Por fin nos planteamos que cambiar de saya y manto a una dolorosa no es intención de llamar la atención, sino una necesidad. Por fin nos planteamos muchas cosas. Enhorabuena a la hermandad por este gran trabajo.

Francisco Romero Zafra durante la presentación del trabajo en el Centro de Pastoral Josefinas
Un momento de la presentación

Aspecto que presentaba la Parroquia de San Pedro durante la Eucaristía de la tarde, donde los fieles pudieron comprobar in situ el nuevo aspecto de la Virgen.

Magnífico altar de cultos en el que se presentó a la Dolorosa.

Como ven, lo narrado anteriormente casi se queda corto. Esto es elegancia.

Lo de eliminar los focos estilo "tómbola" ya nos va a costar más.

En esta foto Romero Zafra visita el resto de la Parroquia, contempla al Cristo del Consuelo y se queda fascinado con la policromía, nadie le habia dicho que habia un Castillo Lastrucci crucificado. En la foto el anterior presidente de la Corporación del Miércoles Santo, nuestro amigo Pedro González Mohino.

2 comentarios:

juan dijo...

Paco ya tenia constancia de que habia, no solo uno sino tres Castillo en la parroquia de san pedro, los vio en su anterior visita al pueblo, cuando vio a la Soledad y acepto restaurarla

camarera dijo...

Quiero aclarar algunas cosas que tratais en este blog referente a la restauración de Nuestra Señora de la Soledad, en primer lugar, el vestido que tiene actualmente no es granate es vino tinto y como referis es fruto del traspaso del antiguo mandil que tenía a lo largo del año en su hornacina, el negro, que lucirá en Noviembre, tampoco es nuevo sino otro traspaso del que lucía cada Viernes Santo en su trono.El problema surgió cuando as causa de la realización del bordado se han podido rescatar muy poco de dicho vestido, estando en posesión de la Hermandad lo que queda de dicho vestido.
El verdaderamente nuevo,como ya sabreis, es el que Dios mediante, lucirá el próximo Viernes Santo y es de tisú de plata con el bordado en oro completamente nuevo, color que quedará muy bonito en el rostro de la Virgen.
En cuanto a la forma de arreglarla,como comentais, no ha sido por falta de ganas, sino por falta de iniciativa a cambiar algo que parecía institucionalizado y que daba cierto reparo cambiar como ha pasado con otras cosas en la hermandad, hemos tenido que ser una junta joven la que, con ganas e ilusión,hemos sacado la Virgen a hombros y otros cambios menos importantes, decidieramos cambiar la forma de arreglar a la Titular, no sin dificultades, puesto que ni la camarera ni la junta contaba nada más que con las ganas, pero sin conocimientos de como hacer el cambio, no ha sido faltas de ganas sino falta de personas que pudieran enseñarnos.A sido Antonio de Padua el que ha dado las pautas a seguir para poder poner a la Virgen tan guapa como hoy la vemos, aunque antes, Ascen, la antigua camarera de Nuestra Señora de la Amargura, me diera algunas directrices, momento que aprovecho para darle las gracias a ella y a su hija, que pese a no conocerme me trataron como una amiga.