sábado, 2 de enero de 2010

Madres Mínimas, Madres de Belén...


En el Convento de las Madres Mínimas de Daimiel, Cristo viene al mundo en una humilde "casilla" de estilo manchego cuidada de detalles, donde no falta su chimenea con pucheros, gabillas y una pequeña sartená de migas, así como un serijo y pequeños aperos de labranza, un Belén cuidado y con gusto, donde Cristo se hace sentir cerca, en pleno corazón de La Mancha...

Y mientras tanto al busto en honor a Sor Consuelo de Utrilla, (Monja Mínima Daimieleña a la cuál Juan Pablo II declaró sus virtudes heroicas el 15-XII-1994) sigue custodiado por su numerables flores que a lo largo del año le acompañan, así como en estas fechas la tradicional planta de Pascua.
"Lo importante es... ¡Gastarse por Cristo!"

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